Corte fino
TEMSA provee de machos y postizos a los principales fabricantes de piezas producidas por corte fino del mercado. Desde cerraduras a elementos para el automóvil, este es un mercado en crecimiento para TEMSA.
Los procesos para la fabricación de las herramientas para el corte fino son muy diferentes si hablamos de machos y postizos. Los machos de metal duro consiguen una vida útil mucho mayor, y un mejor acabado superficial durante toda su vida que los machos de acero, y para ello se necesitan procesos y maquinaria que garanticen una concentricidad perfecta en toda la longitud del punzón. TEMSA cuenta con dos máquinas Rollomatic que por proceso de peeling, en una sola carga de trabajo, consiguen todo el perfil, sea cilíndrico o con forma convexa.
Por otro lado, los machos tienen una geometría asimétrica que no se puede conseguir por métodos convencionales, y requieren la aplicación de procesos de corte por hilo y mecanizado de alta velocidad.
INTRODUCCIÓN
El corte fino es un proceso de deformación metálica extremadamente preciso que representa una mezcla entre la estampación y la extrusión en frío, pero que se diferencia claramente de ellas tanto por las prensas utilizadas como por el utillaje específico que necesita, así como el producto conseguido.
Las ventajas de utilizar el proceso de corte fino frente a otros procesos son, entre otras, el rango de producto a conseguir, ya que el grosor de la chapa a punzonar puede ir hasta los 19mm. Incluso con un material tan grueso, los acabados del corte tienen muy buena calidad, sin rebabas, con una excelente planicidad en la pieza y unos bordes rectos. Además, se puede conseguir orificios muy pequeños en comparación con el grosor de la chapa. Un factor muy importante es que además en las series productivas se debe tener una repetitividad perfecta, por lo que se asegura que la pieza sea la misma independientemente del momento en que fue producida.
El postizo y el macho (o matriz y punzón) han de tener un juego muy pequeño, el 0.5% o inferior, por lo que las tolerancias han estar dentro de 0.001mm. Además, los acabados superficiales han de ser excelentes, con una rugosidad inferior a Ra 0.5, para permitir que el macho se deslice por el postizo y perforen/corten bien la chapa evitando también el desgaste por fricción y aumentando su vida útil.